Vamos a sepultar el QUÉ DIRÁN

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Yujjuuu suena muy tentador, pero esto no quiere decir que sea simple. El qué dirán, ese sonido incómodo que da vueltas en la cabeza todo el tiempo, si así es toooodoooo, es nuestro protagonista de hoy. 

El que nos quita el sueño antes de un gran encuentro gracias a las toneladas de ideas macabras que nutrimos con nuestra imaginación, el que nos atormenta en el post con afirmaciones como:

Si me refiero, a ese ruidito que es como un zancudo que no nos deja dormir con su BZZZ, y que sé que a ti te zumba en la cabeza con más frecuencia de lo que quisieras.

Para usar un cliché que me divierte, te cuento que hay una noticia buena y es que lo podemos silenciar; y otra, no sé qué tan positiva, que depende completamente de ti, pues no hay atajos ni fórmulas para resolverlo, y que si lo que queremos es alcanzar nuestro mejor nivel de desempeño debemos encontrale solución.

Pero veámoslo desde la realidad, porque la teoría dice que si quitamos o minimizamos nuestra atención al asunto en cuestión, lo resolveremos. Pero el tema es profundo y exige una importante dosis de ConCiencia de comunicación apalancada en nuestro autoconocimiento, ese que nos permite entender con qué contamos en realidad - tanto lo que nos debilita, como lo que nos fortalece-. 

Si aún no has encontrado el camino para empezar a conocer y reconocer tus características de comunicación te invito a hacer nuestro autodiagnóstico aquí 

 

Te invito a ponerte en los zapatos de mi protagonista

 

A cambio te garantizo una serie de herramientas para cumplir con esta misión de sepultar ese peso que genera en nuestra cabeza el juicio que otras personas puedan tener de nosotros, acompañadas del premio de quitarte, si no del todo, una buena parte de su zumbido en tu cabeza.

- No me puedes decir que no suena tentador -  

Vamos a entrar a la cabeza de X, una persona que ha construido con dedicación su ruta profesional, que durante un poco más de una década ha acompañado los títulos profesionales con experiencia y buenos resultados, algo que es claramente reconocido por todo menos por ella misma, ¿te suena familiar?.

Nota:  para quienes son atent@s a este tema: Cuándo hago referencia a ella nada tiene que ver con el género, hablo de la persona, no crean que esto es solo femenino.

Su constante desafío está en la fijación que tiene en: 

Debido a esta lista de - monstruos - que crece en cada una de las experiencias y espacios de comunicación que ella tiene, su voz y sus ideas son espectaculares solo en su cabeza. Esto era algo que había manejado hasta que en un momento de conversación con su jefe recibió un llamado acompañado de un resultado con importante impacto en su medición de desempeño:

“X, tanto los líderes de la organización como tus colegas y compañer@s de equipo reconocen el conocimiento que tienes, sin embargo en la última medición la observación general es que tu aporte en los espacios en donde se requiere tu participación es muy baja y esto ha afectado tu evaluación este año”·

No podría entender lo que oía, consideraba que sus resultados, compromiso y aporte de experiencia eran suficientes, que eso era lo que la empresa realmente debería ver; que el no levantar la mano para compartir sus opiniones era un acto de respeto por las ideas y experiencia de las otras personas; que no había necesidad de buscar escenarios para exponerse a menos que fuera estrictamente necesario, que eso era para aquellas personas que preferían el show. 

Es más, para X esa afirmación de su jefe (por favor, me excusas, intento parafrasearla desde mi mejor esfuerzo de memoria) no tenía mucho sentido, era de una u otra manera cierta, pero ese no podía ser el foco de su desempeño. Y en realidad no lo era, su jefe no hablaba de deficiencias en lo que hacía, pero sí estaba activando una alerta que impactaba su campo relacional y sus posibilidades de crecimiento profesional, entre muchos otros aspectos. 

Venía una tarea grande para esta persona, que debía empezar por reconocer que estaba fallando en este aspecto que era relevante para todos en la organización, que si realmente quería que su buen trabajo se reconociera del todo debería dar los pasos necesarios para quitar del camino la infinita lista de posibles riesgos de aceptación y cambiarla por acciones constantes como:

 

Seguro en este momento tu cabeza puede estar buscando conclusiones y alimentando varias conjeturas, pero me quiero concentrar y ayudarte a enfocar en dos aspectos: 

- El primero, como lo mencioné al inicio, es que esta reverencia que hacemos de diferentes formas al qué dirán de alguna manera la tenemos tod@s, así sea por autoprotección y supervivencia, en ciertos casos la negamos como adolescentes rebeldes que la niegan solo por llevar la contraria.

- El segundo, es que para que esto no nos consuma es necesario conocernos con tanta profundidad como sea posible. Es la única manera de ganar la confianza que se requiere para manifestar las ideas, hacer respetar nuestro punto, construir mejores relaciones, etc.

Con el impulso de la necesidad, debido al llamado que había recibido y buscando sus propios marcos de cautela (esos que siempre están presentes cuándo llevamos una vida entera haciendo las cosas de la misma manera) X empezó a avanzar en el camino de la ConCiencia, no solo aceptando este desafío como un tarea laboral sino indagando y revisándolo para entender las verdaderas razones.

Fue así como llegó a esta casa. Un colega le contó acerca de lo que había entendido y obtenido luego de unos meses de trabajo con nosotr@s, le dio mis datos y nos pusimos un espacio para un café. Sin muchos antecedentes o introducciones nos encontramos y desde la segunda frase empezamos a ver recursos para eso que tanto le inquietaba. 

Como es usual en estas primeras conversaciones, las preguntas giraban en torno a ¿qué recursos técnicos existían para dar respuesta a su reto?, ¿cómo podría cambiar esta percepción de su equipo y hacer más visibles sus participaciones? y muchas otras que ya podrás imaginar. 

Y es allí, en donde todos estos años de conversación, observación y medición salen a flote y me ayudan a conducir a cada persona al que considero puede ser el terreno más eficiente, ese que seguro ya has escuchado de mí en otras oportunidades, el de conocerse, reconocerse y administrarse.

Por eso después de responder varias de sus inquietudes llegamos a ella, a la persona y al primer punto en el que me gustaría que te concentraras para que encuentres los regalos que he preparado a cambio del tiempo que estás dedicando a esta lectura:

Dicen por ahí que preguntando se llega a Roma. Yo creo que indagando se encuentra lo esencial, que en el caso de X no era nada distinto a un proceso de crecimiento lleno de obstáculos, de juicios, de afirmaciones peligrosas en su entorno de esas que quedan tatuadas en el cerebro y salen cuando menos las necesitamos a espantar nuestra confianza,  acompañados de un contexto muy competitivo en donde el conocimiento y la capacidad se sustentan con títulos sofisticados, no necesariamente con acciones. 

Durante el café salieron frases como: “lo que ocurre es que todos mis colegas hicieron sus estudios en el exterior y yo me formé en una universidad pública local” o “ell@s son completamente bilingües y yo aunque hablo y entiendo, no lo hago de la misma manera”, también afirmaciones como “llevo más de 20 años en esta profesión, algun@s de ell@s llevan menos pero su trayectoria tiene más recursos que la mía” y muchas otras que nos permitieron ver en donde estaba el primer reto.

En este caso la comparación era el primer monstruo y luego vinieron otros. Dudar de ella misma hasta el punto de desconocer su experiencia y capacidad, esto es como poner una canción espectacular, pero con un volumen tan bajo que nadie la va a oír; preparar a otras personas para que presentaran sus ideas y llegar al punto de mantener silencio con tal de no tener la atención y menos generar confrontaciones. 

En esta primera conversación hicimos algunos acuerdos adicionales al reconocimiento de los aspectos reales que estaban detrás de su comportamiento: 

  • El primero de ellos era buscar vías para manifestar sus ideas y posturas, en espacios y momentos de bajo riesgo, esto, con el objetivo de eliminar las barreras gracias a la acción. Una tarea en la que debería estar muy atenta a lo que realmente ocurriría en esos momentos.
  • Era necesario, también, trabajar en su autoreconocimiento. Su segunda misión era revisar aquellos pasos que había dado para llegar al momento personal y profesional en el que estaba y de esta manera entender qué características y recursos le habían permitido crecer con éxito.

Nota: Hacer este tipo de ejercicios es bastante útil para saber y confiar en las herramientas que tenemos. 

  • Y como hemos aprendido que la vida es tan ajustada en tiempos que no podemos dejar más de tres tareas, la última sería anticiparse para no depender de los escenarios, y preparar  - con un objetivo claro - una reunión que le permitiera entregar un par de ideas claves en su empresa para apresurar el resultado.

Con el avance de estas misiones tendríamos el siguiente encuentro…

X avanzó en sus misiones y en la medida en la que evidenciaba más realidades me las compartía, de esto se trata la tarea de conocerse, silenciar muchos ruidos que nos rodean y dedicar tiempo profundo a vernos, a mirar realmente qué tenemos, cómo hacemos las cosas, por qué lo hacemos de esta forma y no de otra, en fin, es algo que deberíamos hacer todos. Sin embargo, pocas personas dedican tiempo o tienen claro el camino para hacerlo. 

Las reacciones no esperaron, su jefe de inmediato reconoció su esfuerzo, e intuyo, que con la intención de apalancar a X en la tarea, rápidamente la involucró en una serie de espacios con mayor visibilidad.

Pero no crean que esto es un cuento de hadas que se resuelve chasqueando los dedos; durante el camino ella se cuestionó varias veces, intentó volver a su zona de confort, pero por su cuenta construyó y se apropió un mantra que se repetía cada vez que entendía que sus acciones la llevarían varios pasos atrás, los cuales ella me permitió compartir al solicitarle autorización para contar nuestro camino:

En la medida en la que veía los resultados y se daba la oportunidad de conocer mejor a las audiencias y lo que esperaban de ella, se fue animando a dar pasos más grandes.  incrementó por su propia cuenta su visibilidad y empezó a generar espacios para compartir y discutir las ideas; hoy cuando hacemos nuestros espacios de seguimiento me cuenta cómo su seguridad sigue creciendo, pero también cómo mantiene la exigencia de hacerlo. 

Este tipo de procesos toman tiempo, pero desde el primer minuto - si se llevan por el buen camino - conducen a resultados exponenciales. Sin duda la clave está en encontrar la razón real de nuestro comportamiento para activar nuestra #concienciadecomunicacion de la manera correcta, aquella que es eficiente y sostenible así como lo hizo X. 

Espero haber cumplido mi promesa inicial y que encontraras en este resumen de uno de nuestros recorridos algo que te ayude a hacer las cosas diferentes hoy. 

Un abrazo 

 

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